sábado

Sexualidad Sagrada y Conciencia


Tantra es la "ciencia de unir lo finito con el infinito y el arte de experimentar el infinito en lo finito a través del cuerpo.
No es sólo el flujo de energía dentro de nuestros cuerpos, es también el flujo de energía de la conciencia individual con la energía o conciencia del universo.
La palabra tantra se deriva del sánscrito. Sus orígenes se remontan a varios miles de años, constituyéndose en un movimiento contrario al yoga ascético y al budismo religioso.
El tantra es un método que con la ayuda de rituales, técnicas de respiración y meditaciones, conduce a un plano más consciente del Ser y los sentidos.
En el momento de hacer el amor o inmediatamente después, ¿te has preguntado alguna vez: el sexo es sólo esto?, ¿Has experimentado alguna vez una sensación de insatisfacción porque tu pareja ya ha "aterrizado" antes de que tu hayas tenido siquiera la posibilidad de "volar"?, ¿Te ha aburrido alguna vez el sexo en una relación continuada y has sentido deseos de revivir la pasión que hacía tan excitante la relación entre los dos?, ¿En alguna ocasión, has vislumbrado el éxtasis puntual y más tarde has sentido que no podías volver atrás?.
Si has respondido afirmativamente a cualquiera de estas preguntas, percibe intuitivamente el valor de los momentos culminantes en el juego amoroso: aquellos momentos únicos, tanto los que coinciden con el orgasmo como los que le preceden, en que nos sentimos transportados más allá de las limitaciones que nos imponen los problemas personales y las preocupaciones.
De repente volamos, nos sentimos maravillosamente vivos, llenos de luz y de gozo, a gusto en un instante que parece que no tendrá fin, en un espacio que nos deslumbra. Y estas experiencias extrañas, intensas y a menudo inesperadas son las que nos despiertan nuevas energías y nos inspiran sentimientos de intimidad y gratitud hacia la pareja.
Parece como si el tiempo se detuviera o fuera muy deprisa. Aumenta nuestra sensibilidad. El tacto de la mano del amante nos puede transmitir oleadas de placer que llegan hasta las puntas de los pies. En el abrazo del amante nos sentimos transportados fuera de nosotros mismos y del tiempo. De forma natural, con facilidad, pasamos al estadio de relajación comparable a la meditación.
Estos momentos culminantes dejan recuerdos inolvidables, la mayoría ansía encontrar de nuevo esa sensación de éxtasis o fluidez. Sin embargo, se es incapaz de alcanzarlo, ya que falta el contexto cultural para entenderlo y la experiencia personal para cultivarlo...