lunes

Aspectos del conocimiento Védico



¿Cuánto vale Usted?


"Aquél que abandona lo que es imperecedero por lo que es perecedero, pierde lo que es perecedero y lo que es imperecedero. Lo perecedero es nada en si mismo." (Canakya Pandit).

En lo que estamos metidos es más que la espiral inflacionaria. estamos metidos en lo que la literatura Védica señala como la verdadera esencia de la ilusión, el fracaso de entender claramente quiénes somos.

"La mayor parte del cuerpo humano - continúa el artículo - es agua. En una persona de 50 kilos, dijo el doctor Monsen, hay aproximadamente 5 kilos de calcio, 1 kilo de fosfatos, 18 onzas de potasio aproximadamente y un poco más de 12 onzas de azufre y sodio, un poco más de 2 onzas de magnesio y un poco menos de 2 onzas de hierro, cobre y yodo".

Ahora, le parece que eso es usted? medite en esto por un momento. El cuerpo es agua en su mayor parte, dice el doctor Monsen, pero, cuando usted piensa acerca de quien es usted, cuando piensa acerca de su yo, de su identidad, ¿Piensa de usted mismo como aguachento?. En el curso de su vida usted ha bebido muchisima agua y ha evacuado mucha también. El agua ha ido y venido, pero aun usted está ahí. ¿Qué es ese usted?, calcio, fosfato, potasio, azufre?, es ésta la composición esencial de nuestra identidad?, ¿sodio, magnesio hierro, cobre ...?

La cuestión es simple. Si analizamos nuestros cuerpos no encontraremos más que un barril lleno de agua y químicos por valor de cinco o seis dólares. Sin embargo, si meditamos acerca de nosotros mismos, quiénes somos realmente, sabremos intuitivamente que somos algo más, ¿conclusión? nosotros no somos estos cuerpos materiales.

Srila Vyasadeva escribió los Vedas para la guía de la humanidad en la era de Kali.

El yo superior y el yo inferior

Los Vedas discriminan en nuestro cuerpo ocho elementos, a saber: l. Tierra, 2. Agua, 3. Fuego, 4. Aire, 5. Eter, los cuales componen lo que se conoce como cuerpo burdo. En un estado más elevado encontramos: 6. La mente, 7. La inteligencia y 8. El falso ego (o sea la identificación de nuestra conciencia con el cuerpo temporal). Estos tres últimos elementos forman el cuerpo sutil el cual se encuentra lleno de deseos, frustraciones, emociones, sueños, etc.
En un estado aun más elevado, se encuentra el alma espiritual, manifestada mediante la conciencia, la cual penetra todo el cuerpo por medio de los glóbulos rojos de nuestra sangre. El cuerpo sin alma es inútil o muerto.
El Yogui debe aprender las diferencias entre el cuerpo burdo, el cuerpo sutil y el cuerpo espiritual. Así él sabrá buscar siempre los verdaderos intereses del Yo superior.