miércoles

LA ENERGÍA SEXUAL Y EL AMOR




Los tántricos aman su cuerpo, su mente y su espíritu. La práctica del acto sexual no está ni favorecida ni rechazada por el Tantra. Todo lo que sea necesario emplear en pos del progreso y la evolución en el proceso del auto-conocimiento es aceptable como conveniente y apropiado sin establecer una escala de valores morales simplistas "de lo bueno y lo malo".
El Durlabhasara Tantra enseña que hay dos tipos de modos de amar:
1. Amor Divino
2. Amor Profano

El Amor Divino es no convencional, se soslaya en el placer y en la transformación kármica y espiritual.
El Amor Profano y convencional depende de la procreación para su razón de ser. Los amantes y los adeptos del Tantra encuentran el amor no convencional que otorga la Liberación por la purificación y la entrega abnegada.
La energía sexual rehabilita la vida de los que la acogen con respeto y cuidado. Otorga salud y la quita. Da la vida, la mantiene jubilosa o atrae la muerte del cuerpo y la decadencia de la mente. Eleva la inspiración o sumerge el animo y la creatividad en la desesperanza. Al anciano lo mantiene activo y enérgico, y al joven lo trastorna. Es la energía sexual un arma que mata y libera.
El hombre debe de moderar sus impulsos sexuales independientemente si derrama o preserva su semen. La energía sexual es un inmenso poder creativo y no solo reproductor. El carácter de un hombre necesita de la fuerza que otorga la moderación y la templanza de los deseos e instintos. El pensamiento se sublima con el sacrificio y la abstinencia.
La mujer debe de ser consciente de su inmenso poder espiritual y mágico. Su poder místico se introduce en los niveles más sutiles de su naturaleza. La mujer dinámica activa su mundo sexual de tal manera que se convierte en un maestro iniciador del hombre y le conduce en un viaje de amor presidido por Shakti.
La mujer para ser una adepta tantrika ha de ser sana, sabia, alegre y espontánea. Una mujer con autoconfianza espiritual y versada en los secretos del Kamakhya, el Arte de Amar tántriko.
Es el Tantra un camino de tolerancia hacia todo, donde el adepto se acomoda a todo, busca comprenderlo todo y estar informado de todo, donde la absorción y dedicación es plena a todo.
El Tantra tiene un aspecto material y otro espiritual, donde la mística y la renuncia más elevadas se conjugan con la actividad comercial, los negocios y la política.
Tiene el Tantra un aspecto externo y otro interno, popular y simple y otro mistérico y exclusivo. Tiene el Tantra un aspecto objetivo y supracientífico y otro subjetivo y mágico, uno culto y otro irracional.
Es el Tantra una vía pura e impura por impúdica.
Es el Tantra exclusivamente practico para cuando hay que ser efectivos y otro conciliador cuando se exige moral social.
Es el Tantra devocional y creativo, seco y analítico, sensitivo y apático, sensible y sensual.
Es el Tantra solaz para los que creen en la Divinidad, como para los que la ignoran.
Antonio Javier Plazas